¡Lo vivido en el Palacio de los Deportes Carolina Marín fue pura magia del baloncesto! En un  enfrentamiento titánico, el Ciudad de Huelva se llevó la victoria ante Morón con un marcador de 81-77. 

El primer cuarto fue un torbellino de emociones. Alfonso Ortiz emergió como una fuerza  imparable, llevando a su equipo hacia adelante con una serie de tiros magistrales. Sin  embargo, Morón mostró una resistencia feroz, liderados por un increíble Luis Parejo, quien  desafió una y otra vez la defensa local con su puntería certera. Al final del primer cuarto, el  marcador reflejaba la intensidad del juego: 23-19. 

En el segundo cuarto, la batalla se intensificó. Ander Urdiain emergió como un líder,  manejando la presión con elegancia. La competencia bajo el tablero fue feroz, con rebotes y  tapones espectaculares. Morón contraatacó logrando mantenerse a la par del Ciudad de  Huelva. El marcador reflejaba un equilibrio tenso: 47-43 al llegar al descanso. 

La segunda mitad del juego fue un auténtico choque de titanes. Morón aumentó la  intensidad defensiva, desafiando cada avance del Ciudad de Huelva. Sin embargo, la magia  de Urdiain volvió a brillar, con tiros impecables y jugadas astutas que dejaban boquiabiertos  a los presentes. La ventaja del Ciudad de Huelva se expandió a doce puntos en un momento  crucial. 

Morón, lejos de rendirse, aumentó su intensidad defensiva en el tercer cuarto, con una  defensa en zona que a los de Huelva les costaba atacar, acortando la brecha y llevando el  marcador a un estremecedor 61-58 al inicio del último período. La tensión en el aire era  palpable, y la grada estaba completamente inmersa en el drama del juego. 

Los minutos finales fueron un verdadero espectáculo de baloncesto. Bajo la dirección de los  ayudantes del equipo local, tras la descalificación de Núñez a falta de 5 minutos para  terminar, la afición del Ciudad de Huelva animaba incansablemente mientras Morón luchaba  por igualar el marcador. La defensa se volvió feroz, los tiros se volvieron más precisos y cada  decisión se volvió crucial. Fue en estos momentos de presión extrema donde la verdadera  grandeza del Ciudad de Huelva brilló con fuerza. 

Con un marcador que pendía de un hilo, Ander Urdiain se convirtió en el héroe inesperado.  Con un tiro impecable y nervios de acero, aseguró la victoria para el Ciudad de Huelva,  desencadenando una explosión de alegría en el Palacio de los deportes. El marcador final, 81-77, no solo representaba un triunfo numérico, sino una victoria del vigor y fuerza de este  equipo. 

Más allá de los puntos y las estadísticas, este partido fue una celebración del espíritu  deportivo. Las dos aficiones, Ciudad de Huelva y Morón, dieron una clase magistral de  respeto y pasión. Aplaudieron cada buena jugada, animaron a sus equipos con fervor y  crearon un ambiente que elevó el juego a un nivel superior. 

El Ciudad de Huelva no solo ganó un partido; ganó el corazón de sus seguidores y el respeto  de sus oponentes.  

CIUDAD DE HUELVA: Herrera, Á. (0), Ortiz, A. (21), Urdiaín, A. (20), Yo, C. (14), Gómez, D. (13)  -cinco inicial-; Cárdenas, F. (4), Nickerson, V. (2), Cebolla, J. (0), Morales, C. (5) y Ristori, F.  (2). 

CB STARLABS MORÓN: Kouadio, L. (7), Parejo, L. (26), Jiménez J.A. (7), Gómez, R. (8),  Lobreau, R. (4) -cinco inicial-, Zalazar, G. (9), Marín, J. (7), Bioque, A. (0), Martín, P. (2) y  Planell, A. (7).